Rusia puede convertirse en un abastecedor de alimentos básicos en el mercado mundial porque reúne todas las condiciones.

Según las previsiones de la ONU, para 2050 el aumento de la población del planeta será de 7 a 9 mil millones de habitantes, lo que requiere un incremento considerable de la producción de víveres.

En principio, antes del 2015 Rusia puede a ser uno de los productores claves en el mercado mundial de alimentos. Para ello dispone de una base de recursos, además de suelos y de agua. Esto constituye ingente potencial agrario del país. La cuestión consiste tan solo en cómo aprovechar ese potencial adecuadamente, señala Iván Obolentzev, presidente del complejo agroindustrial, de la Unión Nacional de Empresarios e Industriales:

—Nosotros podemos alimentarnos y abastecer a Europa y África, e incluso,a América en caso de necesidad. Estamos dispuestos a suministrar absolutamente todos los tipos de alimentos, a excepción quizás, de  frutas tropicales. Todo lo demás existe en nuestro país, y la cantidad de estos la podemos doblar, triplicar e incluso multiplicar por diez. Para ello es necesario, simplemente, cambiar los criterios con respecto a este sector.

Los especialistas agrarios afirman que, en primer lugar, es indispensable organizar cadenas logísticas, desde el productor hasta el consumidor. A veces, en el camino desde el campo hasta la empresa procesadora se pierde la mitad de la producción cultivada. Además de poner orden en el transporte interno de productos es indispensable entrar en el mercado mundial. Moscú está débilmente representado de momento en los centros internacionales de víveres. El cuadro debe cambiar con el ingreso en la Organización Mundial de Comercio, OMC, indicaba Alexei Diumulen, director de la Sociedad anónima abierta “Agrosistema”:

—En los últimos cincuenta años estuvimos apartados del proceso de alimentación mundial por distintas razones, sobre todo políticas. Simplemente no existimos para la comunidad internacional de alimentos. Pero, ¡es necesario entrar en ella!

El trabaja en esa dirección avanza a buen ritmo. En Moscú, sobre la base de la Universidad Lomonosov fue creado el Centro Euroasiático de Seguridad alimentaria. Su director, Serguei Kiseliov indicaba que, este Centro debe convertirse en una base rectora mundial de investigación, peritaje y educacional que desempeñe un importante papel en la solución de los problemas de seguridad alimentaria, tanto a nivel regional como global.

 

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